sábado, 4 de mayo de 2013

ARTISTAS DE LA MUSICA DISCO

Como complemento al contenido del artículo, se incorpora un listado, no exhaustivo, de otros artistas significados dentro del género disco o que han hecho incursiones en él, y que no han sido citados en el artículo, indicando sus temas más representativos dentro del género.

Música disco fuera de EE. UU.

Soul de finales de los 1960
La música disco toma sus raíces del soul de finales de los años 1960, y en ese proceso de evolución toman parte un importante número de artistas del género, que van aportando paulatinamente los elementos que acabarán definiendo la música disco. Barry White es uno de estos nexos y el primero que resaltó el papel del ritmo frente a las melodías y arreglos orquestales. Sin embargo, quizás sea el tema de Jerry Butler, Only the Strong Survive (1969), el primer ejemplo de combinación de los elementos que definirían la música disco. Este tema aunaba los sonidos del soul de Filadelfia y Nueva York, junto con las evoluciones del sonido Motown.
El soul de Filadelfia, precisamente, se caracterizaba por su mezcla de percusión hipnótica con arreglos de cuerdas, y su huella se ve claramente en temas como "Soul Makossa" (1972), de Manu Dibango, uno de los primeros grandes éxitos disco. Sin embargo, el término disco no fue utilizado hasta que el crítico Vince Aletti lo incluyó en la revista Rolling Stone, en su artículo "Discotheque Rock '72: Paaaaarty!".

Studio 54 y otras salas


The Jackson Five
Si hubiese que identificar cada música con un lugar, el fortín de la música disco sería, sin duda, la célebre discoteca neoyorquina "Studio 54" donde los djs, con la finalidad de prolongar la diversión, y utilizando para ello dos platos con una misma canción, lograron extender considerablemente la duración de los temas de éxito. Eso dio como resultado las versiones de 12 pulgadas, donde se invitaba a bailar, y moverse disfrutando de la música, según el término definitorio del momento: Boogie.
Algunas otras salas de baile también obtuvieron prestigio: The Limelight, Magique, L'amour, Sanctuary, Paradise Garage, etc.
 Primeros éxitos en las listas
El tema "Rock The Boat" de Hues Corporation (1974) fue nº 1 en los charts de singles y vendió más de 2 millones de copias, convirtiéndose así en el pionero de los grandes éxitos de la música disco.
También alcanzaron este privilegiado estatus otros temas como "Love's Theme", de Barry White & Love Unlimited Orchestra, a comienzos de 1974. Ese mismo año, Gloria Gaynor publicó el primer álbum de vinilo con formato disco mix, que alcanzó el nº 1 de las listas, gracias a que incluía una versión de un tema de The Jackson 5, "Never Can Say Goodbye", que se convirtió en paradigma del género.
Sin embargo, fueron los Bee Gees quienes pusieron cara a la música disco. El grupo había sido popular en la década anterior por sus baladas, e incluso habían competido con los Beatles en los charts, aunque habían desaparecido durante algún tiempo. La habilidad de Barry Gibb para cantar en falsete y la inmersión del grupo en el disco, le proporcionaron su primer nº 1 después de muchos años con Jive Talkin (1975) y, sobre todo, con You should be dancing (1976). Ambos temas se incluyeron, posteriormente, en la banda sonora de la película Saturday night fever (1977).
En 1975, éxitos como "The Hustle", de Van McCoy o "Love to Love You, Baby", de Donna Summer, acabaron por consolidar la primacía de la música disco. Hubo otros muchos temas de gran éxito, a nivel mundial, entre 1974 y 1975: The Jackson 5 con "Dancing Machine" (1974), Barry White y su "You're the First, the Last, My Everything" (1974), "Lady Marmalade" (1974) del trío LaBelle, The Four Seasons y su "December, 1963 (Oh, What a Night)" (1975) o Silver Convention, con "Fly Robin Fly" (1975) y "Get Up and Boogie" (1976).

ORIGENES DE LA MUSICA DISCO

Soul de finales de los 1960
La música disco toma sus raíces del soul de finales de los años 1960, y en ese proceso de evolución toman parte un importante número de artistas del género, que van aportando paulatinamente los elementos que acabarán definiendo la música disco. Barry White es uno de estos nexos y el primero que resaltó el papel del ritmo frente a las melodías y arreglos orquestales. Sin embargo, quizás sea el tema de Jerry Butler, Only the Strong Survive (1969), el primer ejemplo de combinación de los elementos que definirían la música disco. Este tema aunaba los sonidos del soul de Filadelfia y Nueva York, junto con las evoluciones del sonido Motown.
El soul de Filadelfia, precisamente, se caracterizaba por su mezcla de percusión hipnótica con arreglos de cuerdas, y su huella se ve claramente en temas como "Soul Makossa" (1972), de Manu Dibango, uno de los primeros grandes éxitos disco. Sin embargo, el término disco no fue utilizado hasta que el crítico Vince Aletti lo incluyó en la revista Rolling Stone, en su artículo "Discotheque Rock '72: Paaaaarty!".

 Studio 54 y otras salas

The Jackson Five
Si hubiese que identificar cada música con un lugar, el fortín de la música disco sería, sin duda, la célebre discoteca neoyorquina "Studio 54" donde los djs, con la finalidad de prolongar la diversión, y utilizando para ello dos platos con una misma canción, lograron extender considerablemente la duración de los temas de éxito. Eso dio como resultado las versiones de 12 pulgadas, donde se invitaba a bailar, y moverse disfrutando de la música, según el término definitorio del momento: Boogie.
Algunas otras salas de baile también obtuvieron prestigio: The Limelight, Magique, L'amour, Sanctuary, Paradise Garage, etc.
 Primeros éxitos en las listas
El tema "Rock The Boat" de Hues Corporation (1974) fue nº 1 en los charts de singles y vendió más de 2 millones de copias, convirtiéndose así en el pionero de los grandes éxitos de la música disco.
También alcanzaron este privilegiado estatus otros temas como "Love's Theme", de Barry White & Love Unlimited Orchestra, a comienzos de 1974. Ese mismo año, Gloria Gaynor publicó el primer álbum de vinilo con formato disco mix, que alcanzó el nº 1 de las listas, gracias a que incluía una versión de un tema de The Jackson 5, "Never Can Say Goodbye", que se convirtió en paradigma del género.
Sin embargo, fueron los Bee Gees quienes pusieron cara a la música disco. El grupo había sido popular en la década anterior por sus baladas, e incluso habían competido con los Beatles en los charts, aunque habían desaparecido durante algún tiempo. La habilidad de Barry Gibb para cantar en falsete y la inmersión del grupo en el disco, le proporcionaron su primer nº 1 después de muchos años con Jive Talkin (1975) y, sobre todo, con You should be dancing (1976). Ambos temas se incluyeron, posteriormente, en la banda sonora de la película Saturday night fever (1977).
En 1975, éxitos como "The Hustle", de Van McCoy o "Love to Love You, Baby", de Donna Summer, acabaron por consolidar la primacía de la música disco. Hubo otros muchos temas de gran éxito, a nivel mundial, entre 1974 y 1975: The Jackson 5 con "Dancing Machine" (1974), Barry White y su "You're the First, the Last, My Everything" (1974), "Lady Marmalade" (1974) del trío LaBelle, The Four Seasons y su "December, 1963 (Oh, What a Night)" (1975) o Silver Convention, con "Fly Robin Fly" (1975) y "Get Up and Boogie" (1976).

Música disco

La música pop dominó la escena musical hasta el comienzo del "disco", en la primera mitad de los años 70. Las canciones disco normalmente estaban estructuradas sobre un repetitivo compás de 4/4, marcado por una figura de charles, de ocho o dieciséis tiempos, con hi hat abierto en los tiempos libres, y una línea predominante de bajo sincopado, con voces fuertemente reverberadas. Son fácilmente reconocibles por sus ritmos repetitivos (generalmente entre 110 y 136 bpms por minuto) y pegadizos, con frecuencia inspirados por ritmos de origen latino como merengue, rumba o samba. El uso del open hi-hat a un ritmo 4/4 se percibe claramente en temas como "The Love I Lost", de Harold Melvin & The Blue Notes en 1972, una producción de Gamble y Huff.[1]
 Armonías y arreglos
El sonido orquestal usualmente conocido como sonido disco se fundamentaba en la presencia de secciones de cuerda (violines, violas, cellos...) y metales, que desarrollaban frases lineales en unísono, tras la base instrumental formada por el piano eléctrico y la guitarra eléctrica (con toques claramente tomados del funk). Al contrario que en el rock, la guitarra solista es inusual
El resultado era una especie de muro de sonido, brillante, con los grupos orquestales tomando los papeles solistas y con un background armónico, fundamentado en una progresión de acordes bien definida (menor/séptima/menor), con predominio de los acordes de séptima mayor.

Nacimiento de la música electrónica popular

A lo largo de los años setenta, bandas como The Residents y Can abanderaron un movimiento de música experimental que incorporaba elementos de música electrónica. Can fue uno de los primeros grupos en utilizar loops de cinta para la sección de ritmo y The Residents crearon sus propias cajas de ritmos. También en los años 1970 diferentes bandas de rock, desde Genesis hasta The Cars, comenzaron a incorporar sintetizadores en sus arreglos de rock.
En 1979, el músico Gary Numan contribuyó a llevar la música electrónica a un público más amplio con su hit pop "Cars" del álbum The Pleasure Principle. Otros grupos y artistas que contribuyeron en esta época significativamente a popularizar la música creada exclusiva o fundamentalmente de modo electrónico fueron Kraftwerk, Depeche Mode, Jean Michel Jarre, Mike Oldfield o Vangelis
 Nacimiento del MIDI
En 1980, un grupo de músicos y fabricantes se pusieron de acuerdo para estandarizar una interfaz a través del que diferentes instrumentos pudieran comunicarse entre ellos y el ordenador principal. El estándar se denominó MIDI (Musical Instrument Digital Interface). En agosto de 1983, la especificación 1.0 de MIDI fue finalizada.
La llegada de la tecnología MIDI permitió que con el simple acto de presionar una tecla, controlar una rueda, mover un pedal o dar una orden en un micro ordenador se pudieran activar todos y cada uno de los dispositivos del estudio remotamente y de forma sincronizada, respondiendo cada dispositivo de acuerdo a las condiciones prefijadas por el compositor. instruments.
Miller Puckette desarrolló un software para el procesamiento gráfico de señal de 4X llamado Max, que posteriormente sería incorporado a Macintosh (Dave Zicarelli lo extendió a Opcode)[13] para control de MIDI en tiempo real, haciendo que la composición algorítmica estuviera disponible para cualquier compositor que tuviera un mínimo conocimiento de programación informática.

Música electrónica

La música electrónica es aquel tipo de música que emplea para su producción e interpretación instrumentos electrónicos y tecnología musical electrónica. En general, puede distinguirse entre el sonido producido utilizando medios electromecánicos de aquel producido utilizando tecnología electrónica. Ejemplos de dispositivos que producen sonido electromecánicamente son el telarmonio, el órgano Hammond y la guitarra eléctrica. La producción de sonidos puramente electrónica puede lograrse mediante aparatos como el theremin, el sintetizador de sonido y el ordenador.
La música electrónica se asoció en su día exclusivamente con una forma de música culta occidental, pero desde finales de los años 1960, la disponibilidad de tecnología musical a precios accesibles permitió que la música producida por medios electrónicos se hiciera cada vez más popular. En la actualidad, la música electrónica presenta una gran variedad técnica y compositiva, abarcando desde formas de música culta experimental hasta formas populares como la música electrónica de baile.























Música clásica

El término música clásica aparece por primera vez en el Oxford English Dictionary en 1836 y señala las composiciones europeas más destacadas del siglo anterior.[1] Es el nombre habitual de la música culta, académica, docta y otros. En la historia de la música y la musicología, es la música del clasicismo o período clásico (1750-1820);[2] pero en sentido popular y de mucha aceptación en medio escrito, así lo recoge la RAE, es la música de tradición culta; sus primeras luces en Europa se sitúan aproximadamente en 1450. Existe una expresión que abarca casi todos los períodos para definir su época de mayor esplendor: período de la práctica común.
Hacia 1950 la composición culta (cierta complejidad en notación e instrumentación) comienza a situarse mayormente fuera de la tradición anterior, mediante la composición radicalmente atonal y disonante y otras tendencias opuestas.
Desde la antigua Grecia (en lo que respecta a música occidental) existen formas de notación musical. Sin embargo, es a partir de la música de la Edad Media (principalmente canto gregoriano) que se comienza a emplear el sistema de notación musical que evolucionaría al actual. En el Renacimiento cristalizó con los rasgos más o menos definitivos con que lo conocemos hoy, aunque -como todo lenguaje- ha ido variando según las necesidades expresivas de los usuarios.
El sistema se basa en dos ejes: uno horizontal, que representa gráficamente el transcurrir del tiempo, y otro vertical que representa gráficamente la altura del sonido. Las alturas se leen en relación a un pentagrama (un conjunto de cinco líneas horizontales) que al comienzo tiene una «clave» que tiene la función de atribuir a una de las líneas del pentagrama una determinada nota musical. En un pentagrama encabezado por la clave de sol en segunda línea nosotros leeremos como sol el sonido que se escribe en la segunda línea (contando desde abajo), como la el sonido que se escribe en el espacio entre la segunda y la tercera líneas, como si el sonido en la tercera línea, etc. Para los sonidos que quedan fuera de la clave se escriben líneas adicionales. Las claves más usadas son las de Do en tercera línea (clave que toma como referencia al Do de 261,63 Hz, el do central del piano), la de Sol en segunda (que se refiere al Sol que está una quinta por encima del do central), y la de fa en cuarta (referida al fa que está una quinta por debajo del do central).
El discurso musical está dividido en unidades iguales de tiempo llamadas compases: cada línea vertical que atraviesa el pentagrama marca el final de un compás y el comienzo del siguiente. Al comienzo del pentagrama habrá una fracción con dos números; el número de arriba indica la cantidad de tiempos que tiene cada compás; el número de abajo nos indica cuál será la unidad de tiempo.
Para escribir las duraciones se utiliza un sistema de figuras musicales: la redonda (representada como un círculo blanco), la blanca (un círculo blanco con un palito vertical llamado plica), la negra (igual que la blanca pero con un círculo negro), la corchea (igual que la negra pero con un palito horizontal que comienza en la punta de la plica), la semicorchea (igual que la corchea pero con dos palitos horizontales), etc. Cada una vale la mitad de su antecesora: la blanca vale la mitad que una redonda y el doble que una negra, etc.